
La lista de deseos
Por Mave
Cada año viajábamos de Barcelona a Elda por Navidad. A mis primos y a mí, nos encantaba ir a casa de tía Marta y de tío Antonio. No tenían hijos. Ella, mujer prudente, de mirada siempre triste, pero muy dulce. Con nosotros siempre parecía feliz. Recuerdo, cuando decorando las galletas de jengibre, sonó el teléfono. Una voz seca al otro lado, y tía Marta solo asintió. Nosotros nos miramos incrédulos. Al colgar, sus palabras la liberaron: El tío Antonio, ha tenido un accidente y ha fallecido.
Esa noche, todos tachamos el primer deseo cumplido de nuestras listas.
Texto del taller de microrrelatos Elda y la Navidad