
Cuando el gimnasio es la calle
Son nuevos en el panorama urbano. Jóvenes veinteañeros, la mayoría eldenses o de poblaciones aledañas como Petrer, y reivindican una especialidad deportiva popular que se practica en espacios públicos, una iniciativa que tiene nombre, street workout, algo así como entrenamiento callejero. Las redes sociales les han facilitado los contactos y el conocimiento, buscan un lugar seguro y en condiciones para entrenarse en una disciplina que necesita de pocos elementos externos y que trabaja con el peso del cuerpo. Integración, respeto o solidaridad, son algunos de los valores que esgrimen sin complejos este grupo que de momento entrena en un parque de la avenida Hispanoamérica de la vecina localidad de Petrer y del que ya ha salido un subcampeón nacional; Aitor Puche.

De izquierda a derecha; Antonio J. Rodriguez, Aitor Puche y Enrique Bernabeu
Son una treintena de jóvenes unidos por una pasión común; el street workout. Tres de sus integrantes son nuestros interlocutores; Aitor Puche, Antonio Jesús Rodriguez y Enrique Bernabeu; 22, 21 y 22 años respectivamente. Ellos aseguran que no existe un perfil concreto sobre los practicantes de este deporte: “Allí viene gente incluso con sus hijos. Nosotros somos la mayoría estudiantes, pero hay de todo; algunos están en la universidad, otros en ciclos formativos, otros trabajan…”
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El equipo
Comenzaron hace un año a formar el equipo y de manera paralela prepararon un proyecto para presentar a los ayuntamientos .“Necesitamos trabajar con seguridad. Hicimos un proyecto en el que se incluye un presupuesto que pedimos a una empresa especializada. La inversión es mínima y no precisa de mantenimiento, es algo que se quedará para siempre ahí”. El grupo está intentando constituirse como asociación para poder acceder a los apoyos de la federación. Para competir estos jóvenes tienen que desplazarse a municipios como Alcoy y Yecla, lugares en los que existen instalaciones adecuadas para entrenarse. “Todas las competiciones tienen una finalidad benéfica, se recoge comida no perecedera, no dinero”.Algunos de los componentes de este equipo jamás habían practicado ningún deporte, aseguran que no hace falta una formación previa para hacerlo, de hecho algo que les estimula es la convivencia y el poder compartir sus conocimientos y experiencias con otros. No obstante cuando se visionan los vídeos de Aitor, y se observa como su cuerpo desafía a la gravedad apoyándose en unos dedos, cuesta creerlo. Antonio y Enrique compiten en las categorías de resistencia y fuerza.

Objetivo
Montar un parque en condiciones en el que puedan entrenar, al menos treinta personas, sin entorpecerse es el objetivo primordial del colectivo que vive de primera mano las dificultades que entraña no tener los elementos adecuados para poder prepararse. “Yo he tenido que competir sin tener un sitio adecuado para el entrenamiento”, comentar Aitor, mientras que Enrique asegura que no puede hacer algunos ejercicios. “La barra mide 1,90 y yo tengo una estatura de 1,85, es imposible que pueda estar estirado sin tocar el suelo, en un parque acondicionado existen varias alturas para trabajar”.
Entre las pretensiones del grupo está el organizar campeonatos, cursos y talleres para divulgar esta disciplina de coste cero para el usuario.La práctica de este deporte, heredero de la calistenia, depende también de la iniciativa de los ayuntamientos de la zona y de la posibilidad de adecuar un espacio para su ejecución. El proyecto, a día de hoy, existe.